sábado, 13 de agosto de 2011

Manifestación 7 años sin Roger


Roger A.G., fue apuñalado la madrugada del 15 de agosto de 2004 en el barrio de Gràcia de Barcelona por un grupo de neonazis. Falleció en el Hospital de la Vall d’Hebron tras casi cinco meses de estar ingresado.
En septiembre, el Juzgado de Instrucción número 11 de Barcelona que investigó la brutal agresión dejó en libertad al sospechoso de apuñalar al joven,bajo una fianza de 3.000 euros.
Durante los incidentes, fueron detenidos cinco jóvenes más a los que el juez ordenó su puesta en libertad con cargos. Todos, incluido el agresor material, estuvieron imputados por un delito de lesiones.
Los hechos se remontan a las dos de la madrugada del domingo 15 de agosto, durante las fiestas del popular barrio de Gràcia, cuando, frente al número 153 de Gran de Gràcia, una patrulla que había sido alertada por un joven, descubrió a una veintena de jóvenes que se arrojaban piedras y se agredían con cadenas.
La policía halló a un joven tendido en el suelo con una herida profunda en el cuello y perdiendo mucha sangre. La intervención de una cirujana que estaba en el lugar de los hechos fue providencial para salvarle la vida en primera instancia.
Uno de los agentes policiales corrió tras un grupo de seis neonazis a los que detuvo en la Rambla del Prat, en el mismo barrio. Entre estos seis se encontraba el autor material de la agresión, que estaba en Barcelona de vacaciones, y que fue puesto en libertad por el juez.
La policía también encontró el arma: un puño americano que tenían engarzada la punta de un arpón.
Aunque inicialmente el juez decretó el ingreso en prisión provisional del presunto agresor, Aitor D.C., de 25 años, y que ha reconocido los hechos, tras un recurso de su abogado(pagado por el partido democracia nacional), lo dejó en libertad bajo fianza.

Manifestación el próximo lunes 15 de agosto, a las 20hs. frente al Metro Fontana (Gràcia).

miércoles, 10 de agosto de 2011

London's Burning o la venganza de Joe Strummer

Por Nega (LCDM)

Dios salve a la Reina, y yo con estos pelos. 

Ha estallado el Reino Unido, y tienen razón los grandes medios cuando afirman que no se debe a los recortes sociales perpetrados por Cameron, esos recortes están destinados a empobrecer a la clase media. A los jóvenes que han hecho arder las calles británicas poco les importa la triplicación del precio de las tasas universitarias: ni si quiera sueñan con ir a la universidad algún día, están descartados de ese privilegio de clase y lo saben, quizá de ahí su ira descontrolada.

Se encuentran tan abajo en la pirámide social que los nuevos recortes ni si quiera les afectan, sus vidas son un recorte en sí mismo y cuando estás en el fondo, más no se puede caer. Sólo son POBRES, de los que no tienen nada que perder, ni un piso, ni un trabajo, ni un coche... sólo sus cadenas que diría aquel loco alemán. El estado del bienestar os ha explotado en la cara y todavía os estáis lamiendo las heridas, con la flor en una mano y el cartel de todos los caminos conducen a Islandia en la otra, olvidando que claro, Islandia es un país con menos habitantes que la ciudad de Murcia, sin apenas población migrante ni conflictos raciales, que carece de un ejército en el que descanse la unidad de la patria en última instancia y sin una legislación fascista heredada de un régimen totalitario, todo ello sin contar con la posición geográfica. Pero ese es otro debate que por lo visto habrá que abordar en otra ocasión puesto que el sentido común no es tan común como pudiera parecer en primera instancia. Y sin pobres.

POBRES, concepto olvidado entre tanta elucubración teórica de neo marxista trasnochado… que si precariado intelectual, que si clases subalternas… A los jóvenes británicos de la revuelta no les importa en absoluto la ley Sinde, Anonymous o si la ley electoral es justa y proporcional, muchos ni si quiera tienen edad para ejercer el voto y los que pueden ejercer ese sagrado derecho no se plantean ni en sus borracheras más sonadas que mediante las urnas su vida pueda mejorar tibiamente. Tampoco escribirán eslóganes ingeniosos ni regalarán flores a la policía después de ser apaleados, no estudiarán periodismo, historia o comunicación audiovisual. No pedirán la dación de la hipoteca porque no se les pasa por la cabeza tener una casa en propiedad o pedir un préstamo al banco, son cosas que escapan a su realidad. Y ni por asomo han recibido jamás clases de yoga o de batucada: eso hay que pagarlo y bastante tienen con sobrevivir un día más y otro.